La premisa es sencilla, los treinta mejores asesinos del mundo se enfrentan en un torneo por las calles de Londres donde el superviviente ganará muchísimo dinero. Cuando uno lee esta descripción de la película espera un espectáculo puro y duro de muertes sin sentido con sangre a raudales, y de hecho así se desarrollan los primeros minutos, hasta que meten con calzador la historia personal de varios personajes que no despiertan el menor interés. Por culpa de querer darle un argumento algo profundo, al final las muertes de los participantes son lo de menos, y lo que podía haber sido un divertimento sano se convierte en un despropósito que ya se veía venir.
Mi puntuación: 3/10
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