Remedios Málvarez, la directora del documental Alalá, es muy comunicativa y tiene un entusiasmo contagioso por su película y el proyecto del mismo nombre, dirigido por la fundación Alalá con Emilio Caracafé como director artístico. A continuación, un resumen de la entrevista que le hicimos con ocasión del preestreno de la película en Madrid.
Alalá un proyecto interesante y ambicioso. ¿Cómo conociste y te interesaste en en la escuela Alalá y su trabajo?
Yo soy una gran amante del flamenco, la música y la cultural subyacente. A raíz de eso me enteré de que existía este proyecto y me interesé enseguida por el modo en que estaban usando esta música y su poder transformador para ayudar a los chicos en el barrio de las 3000 viviendas, apartándolos de las calles, enseñándoles flamenco y formándolos como personas. En le tiempo que ha pasado, el proyecto ha crecido y se ha convertido en una fundación . La fundación Alalá que es la que ahora dirige la escuela,
¿Está teniendo éxito el proyecto?
El proyecto no busca el éxito en el sentido comercial de que los chicos tengan una carrera musical, se intenta transmitirle unos valores y equiparlos para la vida. Se hace un seguimiento de su vida familiar y sus resultados en los centros de enseñanza, de hecho para participar en el proyecto hay que estar escolarizado y aprobar los cursos, para que a los chicos les sirva de acicate para formarse.
El barrio es un barrio multicultural. Siendo el flamenco un fenómeno muy local ¿es atractivo para chicos de familias extranjeras?
Si, la música es un lenguaje universal y el flamenco está vivo, tiene gran capacidad de mestizaje con otras músicas, y los chicos lo aprenden y disfrutan igualmente. En el documental, por ejemplo, hay un chico procedente de una familia africana que es un excelente percusionista.
En el documental intervienen varios vecinos del barrio, y vemos que se expresan con mucha fuerza y convicción ante la cámara. ¿Cómo conseguiste que transmitieran tanto y se sintieran tan cómodos?
El barrio de las 3000 viviendas se considera como un barrio marginal y hasta peligroso. En realidad, en él viven muchas familias humildes y dignas que buscan abrirse camino en el mundo laboral. Para hacer este documental yo estuve visitando el barrio dos o tres veces por semanas durante más de un año, y creando complicidad con los vecinos. Esa complicidad hizo que algunos de ellos quisieran participar en la película, yo sólo les pedía que se relajaran y hablaran con naturalidad. Y estas personas, que no tienen estudios formales, han mostrado una gran capacidad para expresar con claridad y sinceridad sus ideas, mostrando su afán de superación y su deseo de dar a sus hijos un futuro mejor.
Una gran baza de la película es Emilio Caracafé. Tiene mucha presencia y carisma.
Sí, Emilio es un artista profesional y con él trabajé de otra manera. Alguna veces los artistas tienden a adoptar un personaje cuando están ante la cámara, trabajando con él intenté por el contrario que mostrara simplemente la gran persona que es.
Cuando lo vi en la película me recordó un poco a la figura de El Quijote. Y parece tener un interés genuino y afecto sincero por los chicos.
Sí, algo de eso hay, Emilio tiene algo de quijotesco. Es muy respetado en el barrio como artista, y muy querido como persona. Es la figura de “el tío”, el alma máter del proyecto y todo un referente para niños y mayores.
Tendremos ocasión de ver Alalá a partir del 24 de noviembre, que tendrá su estreno en salas.
Gracias por por este reportaje y difundir nuestro proyecto. Mucha Alalá para vosotrso
ResponderEliminarUn placer Remedios, nos encanta apoyar este tipo de cine minoritario pero de enorme calidad cinematográfica y humana. Mucha Alalá para ti también :)
Eliminar