Metemos un actor competente en un espacio reducido, le damos un guión sencillo pero consistente y le añadimos un director que sólo pretende mostrarnos lo que ocurre sin alardes ni artificios y el resultado es una mezcla de thriller con drama psicológico que es capaz de ponernos en tensión, o de que nos importen personas que ni siquiera vemos, simplemente a través de las palabras. Aunque por momentos parece atascarse debido a su trama recurrente es capaz de brindarnos una carga emocional y un realismo difíciles de ver en pantalla y sobre todo una interesante idea muy bien ejecutada.
Mi puntuación: 7/10
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