viernes, 14 de diciembre de 2018

Ana y el apocalipsis

La película se define como una musical de instituto y zombies en Navidad, y con eso está dicho todo. La cosa es que funciona, y muy bien. La primera parte, salvo algún apunte al que hay que estar atento, es toda en colores luminosos, aunque ya agridulce y lúcidamente pesimista. Más tarde llega el horror y los colores oscuros, entre muertos vivientes, canciones y alguna carcajada, donde se reconocen perfectamente las convenciones de los géneros, y se manejan con una buen porción de autoironía, Y llega el final, sobrio y realista, que ya se nos había avisado no será el típico hollywoodense. Esta es una apuesta atrevida, que se arriesga a irritar a los más puristas, pero que llega al público en general con su humor directo y su buena música.

Puntuación @cineEnCines: 7/10


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