Esta es una propuesta especial sobre personas que viven al margen de la sociedad, personas invisibles a los que el cine no se suele acercar. El personaje de Antonio, con discapacidad intelectual y una maravillosa capacidad de imitar el canto de los pájaros, por ejemplo, está bien presentado y nos inspira gran interés, como también lo hacen las metáforas que se tejen alrededor de los pájaros enjaulados y los paisajes secos, tristes y desolados. Lástima que, tras un buen principio, el drama pierda fuerza, naturalidad y verosimilitud, y pasa a ser una película actuada y dirigida de forma convencional, con una conclusión demasiado evidente.
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