La historia tiene varios planos: en la superficie la historia de Abel, un político íntegro que acaba de ganar las elecciones, y que se prepara para celebrarlo junto con su esposa Nora. Por debajo, se trata de cómo los hechos del pasado atrapan a los distintos personajes, y de sus respectivas estrategias para intentar seguir adelante. Este plano es mucho más interesante, y nos regala los mejores momentos, sobre todo cuando los personajes están a solas y podemos adivinar cómo se sienten y lo que piensan. La cinta tiene intensidad, es visualmente atractiva, y está hecha con pasión y amor por el cine, y eso compensa con creces el que se trate de una producción modesta y algunos defectos técnicos.
Puntuación @cineEnCines: 7/10
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