Netflix sabe que con esta serie tiene una enorme fuente asegurada de visualizaciones, por lo que hacer capítulos de hora y media, o el final de más de dos, es una licencia que se pueden tomar en la penúltima temporada de la serie. Aún así debes tener mucho que contar para no caer en el tedio, y ciertamente dos de las tres tramas que componen esta cuarta entrega, situada cada una en puntos geográficamente muy distantes, tienen chicha de sobra, pero con la tercera enclavada en Siberia resbalan peligrosamente en el hielo narrativo.
Aún así, que nos cuenten el porqué de todo lo visto anteriormente encajando las piezas tan milimétricamente es un logro a tener en cuenta, y los flashbacks de Once y todo lo relacionado con ella hace que valga la pena seguir las aventuras de este grupo de chicas y chicos, algunos casi peinando canas casi todo sea dicho. Por suerte, conscientes de que la historia se está alargando más de lo necesario, sus autores pondrán el cierre en una quinta temporada que quizás nos sorprenda con episodios de dos horas y un epílogo de cuatro. Si es así haremos un últimos esfuerzo, pero que no abusen de esta fórmula porque para ver un simple capítulo de noventa minutos quizás vale más la pena ver una película de la misma duración que no requiera tanta esfuerzo y seguramente sea mucho mejor.
Mi puntuación: 5/10