Algo que caracteriza el cine de Jonh Woo son sus escenas de acción, pero precisamente en esta película esa no es la mejor ni más abundante parte. Lo mismo podríamos decir de las actuaciones de sus protagonistas, todas ellas más impostadas de lo habitual pero en concordancia con la trascendencia de una trama capaz de engancharte y dejarte ojiplático. Y es que su historia es una mezcolanza de drama familiar con bandas mafiosas que encaja a las mil maravillas, lo que unido a la brillante evolución y metamorfosis de sus personajes ofrece un trasfondo inesperado en una cinta de estas características donde priman las relaciones y tragedias personales, y si encima están amenizadas con algún tiroteo esporádico, el disfrute está garantizado.
Mi puntuación: 7/10