Un tema tan de actualidad como los refugiados es tratado de un modo íntimo y enmarcado en un contexto de drama familiar, y que en palabras del propio director, con el objetivo de denunciar la xenofobia presente en nuestra sociedad, algo palpable durante toda una película que en ningún momento oculta sus intenciones resultando incluso previsible en algunos tramos. De todos modos, las buenas y cercanas interpretaciones del matrimonio protagonista, y sobre todo del niño en torno al cual gira la trama, consigue implicar al espectador, que acaba tomando conciencia de un problema tan humano como real.
Mi puntuación: 6/10