En tres capítulos esta miniserie británica se enreda en un laberinto de verdades y mentiras, con algo de espionaje y mucho de amor traicionado. Este dramático conglomerado sigue los recuerdos de Alison Wilson, que tras la muerte de su marido descubre una trama de engaños urdida por el difunto a lo largo de décadas; unos acontecimientos reales que padeció la abuela de la misma actriz protagonista desde los inicios de la Segunda Guerra Mundial hasta bien entrados los años sesenta. Dicha actriz, la inglesa Ruth Wilson, es indudablemente lo mejor de la función. Intérprete casi desconocida por estos lares -salvo para los seguidores de series como "Luther", o The Affair, por la que ganó el Globo de Oro-, acapara todo el protagonismo, manteniendo adecuadamente el tono amargo de una esposa que descubre que en su vida matrimonial nada era lo que parecía, y sabiendo mostrar la mezcla de perplejidad y determinación con que esa enérgica mujer afronta la realidad.
Richard Laxton, director de nutrida carrera en televisión, basa su trabajo en la protagonista, a la que ya hemos destacado, y en los secundarios que aportan jugosos momentos a la intrincada trama, limitándose a poner en pantalla las imágenes oportunas para el desarrollo de la historia de manera descriptiva e impersonal, el estilo televisivo por excelencia, pero que parece ser un modo lógico de exponer fielmente una sucesión de hechos que se nos dan por rigurosamente reales. En resumidas cuentas, un notable ejemplo de por qué la televisión británica goza de tanto prestigio en todo el mundo. No se la pierdan.
Puntuación @tomgut65: 7/10
