La relación de dos burguesas que viven juntas se ve complicada cuando su dinero se acaba. El vínculo entre estas dos mujeres se aborda con pudor y sin morbo, toques sutiles y precisos muestran la mezcla de ternura, complicidades y tensiones entre ambas, así como la aceptación silenciosas de la sociedad que las rodea. El personaje de Chela, en particular, se va desarrollando a lo largo del metraje, de forma discreta pero muy clara, conforme sale de los muros protectores de su hogar y descubre su potencial y deseos largamente ignorados. La película es intimista, con un ritmo lento y pausado, poniendo mucha atención a los detalles de la vida cotidiana siendo un retrato de una clase social en lenta, pero clara decadencia.
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