Un adjetivo define a la perfección esta película, claustrofóbica. Una sensación que se traslada intensamente al espectador, no solamente por los diferentes espacios reducidos en los que acaban comprimidos sus protagonistas, sino también por la música que los acompaña en todo momento poniendo la puntilla necesaria para sacarnos de quicio. Destacar también una excelente labor de realización cargada de planos imposibles y un guión, que pese a ciertos altibajos de ritmo, se guarda unas cuantas sorpresas bajo la manga para mantenernos atrapados con un largometraje, que una vez finalizado, te deja con la necesidad de salir a la calle a coger un poco de aire.
Mi puntuación: 7/10