Eva regresa a su ciudad natal y vuelve a encontrar a Rubén, un amigo que desapareció de su vida de repente. A lo largo de un verano, seguimos la evolución de su relación, sus experiencias compartidas, de lo que se dicen y de lo que callan. Es una narración llena de sensibilidad sobre una amistad entre la incertidumbre y la nostalgia, que, por su intensidad parece contada en primera persona, aunque se echa de menos tener algo más de información sobre algunos de los hechos en el pasado que parecen haber sido decisivos para comprender mejor el estado anímico de la protagonista. Blanca Parés e Ignacio Montes hacen un gran trabajo, manteniendo una tensión entre ellos, apenas revelada, que será muy importante para el desenlace de la historia y la hermosa escena final.
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