Prácticamente estamos ante un calco de la primera parte, tanto por estilo como por desarrollo, aunque en ésta son más frecuentes e inverosímiles las escenas de acción, y las de humor aún más descaradas si cabe. Todo un espectáculo que no da tregua al espectador y que a pesar su duración pasa volando gracias también al carisma de casi todos los actores, sobretodo del irreverente Robert Downey Jr., que repite con un soberbio Jude Law a su lado, y enfrentándose a un Moriarty a la altura de las exigencias. Más de lo mismo que es lo que muchos queríamos, si te gustó la anterior, no te decepcionará.
Mi puntuación: 7/10