La película cuenta la historia de Toto y Zasie, que trabajan juntos en la organización de un congreso sobre el Holocausto. Sobre este fondo se tejen muchos elementos, desde el mismo Holocausto y su trivialización, las parejas abiertas, el peso del pasado hasta los neurosis de los protagonistas, demasiados elementos en realidad, por lo que el conjunto resulta confuso, la duración excesiva y el resultado final agotador. A eso contribuye que los personajes secundarios son meros postulados y la comedia y el drama se mezclan con torpeza y sin fluidez. Y es una pena porque la química entre la pareja protagonista funciona y un guión más depurado sobre esa base hubiera podido resultar en una película mucho mejor.
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