Intrigante en sus primeros compases, y embarullada en general, esta película de juegos macabros va perdiendo el rumbo al mismo ritmo que su necio e irritante protagonista. Lo mejor para disfrutar de esta curiosa propuesta es no pensar en lo que haría una persona normal y dejarse llevar por una serie de pruebas, en su mayoría bastante "infantiloides", que aunque no nos dejen todo lo atónitos que pretenden, por lo menos no aburren demasiado. Llena de recursos fáciles y con una premisa que promete pero no cumple, sólo es recomendable en el caso de haber agotado opciones más interesantes de este género.
Mi puntuación: 4/10