Rodada en un arriesgado blanco y negro, esta propuesta alemana empieza como un drama onírico-romántico para deslizarse hacia el thriller desbocado. A ratos fascinante y siempre de difícil comprensión, transitando por claves propias de David Lynch, Luis Buñuel o Hitchcock, exige la máxima complicidad al espectador. A tener en cuenta el talento de la actriz protagonista, Anne Hausburg, una mezcla afortunada entre Catherine Deneuve y Nastassja Kinski y a la que habrá que seguir en el futuro. Agradable e inesperada sorpresa la de esta extraña película. Altamente recomendable.
Puntuación @tomgut65: 7/10